Terapia de trauma para adultos y adolescentes en Seattle y en todo el estado de Washington y Oregon.

Ansiedad

Ansiedad
¿Algo de esto te suena familiar?
Dudas de ti mismo con regularidad, incluso cuando los demás confían en ti o están de acuerdo contigo.
Te sientes nervioso o como si algo malo estuviera por suceder, incluso cuando no estás seguro de qué.
Constantemente sientes que eres demasiado y no lo suficiente y pasas mucho tiempo preocupándote sobre cómo solucionarlo.
Pones esfuerzo en crear espacios tranquilos y prácticas pacíficas... pero aunque el caos externo se detiene, tu mente sigue corriendo.
Tienes problemas para calmar tu mente por la noche o te despiertas en pánico y tu sueño se resiente por eso.
Te sientes desconectado de tu cuerpo o como si no tuvieras control sobre él.
La ansiedad puede manifestarse de muchas maneras: pensamientos descontrolados que no se calman, un cuerpo siempre nervioso o una sensación constante de que te estás quedando atrás o de que no haces lo suficiente. A veces tiene su origen en viejas estrategias de supervivencia que tu sistema nervioso no ha abandonado; otras veces, está ligada a las presiones del presente.
Juntos, comprenderemos qué intenta decirte o de qué te protege tu ansiedad, y cómo se manifiesta en tu cuerpo y mente. Con curiosidad y herramientas prácticas, desenredaremos el miedo, calmaremos tu sistema nervioso y crearemos espacio para mayor paz, claridad y confianza.
Viaje a la sanación
En el tratamiento para la ansiedad, haremos lo siguiente:
Ven a casa
La ansiedad puede llevarnos fuera de nuestro cuerpo, haciéndonos sentir que perdemos el control. Utilizaremos trabajo somático y técnicas de atención plena para conectarte contigo mismo, liberando tu mente para sanar.
Explorar
La ansiedad suele manifestarse como una forma de protegernos del miedo interno o de factores estresantes externos. Juntos, la conoceremos, aprenderemos a usarla cuando sea necesaria y a dejarla descansar cuando no lo sea.
Examinar las creencias
Descubriremos las creencias fundamentales (como "No soy suficiente" o "Soy un fracaso") que pueden haberse arraigado, luego cambiaremos suavemente estos patrones y construiremos nuevas creencias que honren su valor y desarrollen la autoestima.
